El ministro de Cultura, César Antonio Molina le da a todo. Y en todas pierde. El último pulso con el ministerio de Exteriores lo ha perdido. Moratinos dice que el Cervantes es suyo que para eso lo paga y De la Vega le ha dado la razón. El último pulso es con el ministerio de Defensa. El museo del Ejército en el Alcazar de Toledo ha salido por 7.735.336,21 euros adicionales. Es la cifra que aparece en el certificado final de las obras.
Y como siempre hay desviación en el gasto contra el presupuesto de los contribuyentes. ¿Por qué? Nuevas necesidades funcionales y tecnológicas y necesidades y modificaciones surgidas a requerimiento del ministerio de Defensa. La culpa, señala Molina, la tiene Chacón.