Sr. Director:

La asociación Galicia Bilingüe celebró ayer, miércoles 20 de febrero, una conferencia en el Centro Cultural Caixanova. El antiguo teatro García Barbón que tantos y tan buenos recuerdos me trae, estaba lleno hasta rebosar, desde el patio de butacas hasta lo que en otros tiempos llamábamos "poleiro".

El título de la conferencia era: "Dos lenguas, los mismos derechos". Galicia Bilingüe, como saben, está recogiendo firmas para un manifiesto que reclama la derogación del decreto que relega a una posición marginal el idioma español en la enseñanza gallega, así como el derecho de los padres a elegir la lengua vehicular de la enseñanza de sus hijos. Ayer, al final de la conferencia, nos comunicaron el número de firmas recogidas hasta el momento: ¡¡¡50.000!!! En los tiempos que corren y con un bipartito dispuesto a imponer coactivamente el gallego a todo ‘quisqui', sea cual sea su lengua materna, no está nada mal.

La conferencia, a cargo de Gloria Lago y José Manuel Pousada, se limitaba a exponer la realidad bilingüe de Galicia y el derecho de todos los gallegos a ser atendidos y educados en la lengua de su elección. Se puede discrepar (y de hecho se discrepa) con los derechos y libertades que defiende Galicia Bilingüe, pero de ahí a tratar de reventar el acto tanto desde el exterior del teatro como en su interior, media un abismo.

Los nacionalistas nos esperaban fuera con pancartas e insultos tales como: "Paletos, fascistas, fóra da Galiza", "ETA mátaos" y otras lindezas por el estilo. En el momento en que yo cruzaba el paso de cebra para dirigirme al teatro García Barbón, tiraron un petardo de gran potencia y la policía cargó contra ellos que, valientes patriotas, corrían como gallinas asustadas.

Ya dentro, siguieron provocando de una manera organizada, levantándose cada cierto tiempo una o uno con una pequeña pancarta y gritando: "O bilingüismo é españolismo". Hacia la mitad de la conferencia, aproximadamente, un grupo de energúmenos se subieron al escenario con una gran pancarta que repetía la ya citada consigna y nos lanzaron los consabidos "piropos" que no creo necesario repetir. Evidentemente, fueron puestos de patitas en la calle y es una pena que la justicia, en estos casos, se inhiba y no sancione conductas claramente antidemocráticas. Cosas del talante, supongo.

No me voy a extender sobre el contenido de la conferencia que, probablemente, aparezca en la web de Galicia Bilingüe, sino en una simple pregunta: "¿A qué le tienen miedo?". ¿A qué le tienen miedo los nacionalistas para montar semejante alboroto histérico y desproporcionado, insultar, amenazar, agredir verbal y físicamente, tratar de reventar un acto totalmente pacífico y democrático e irse de rositas gracias a unas autoridades que ante semejantes desafueros miran para otro lado como si aquí no pasara nada?

Para mí la respuesta es muy sencilla. Le tienen miedo a la libertad, le tienen miedo a la democracia, le tienen miedo a que las personas piensen y decidan por sí mismas, le tienen miedo a ser ellos mismos personas libres y responsables y no muñecos de guiñol al servicio de una ideología totalitaria, le tienen miedo a perder las subvenciones, le tienen miedo a perder el poder, le tienen miedo a reconocer que la realidad es la que es y que no vale inventarse una historia y un país de ficción, le tienen miedo a los ciudadanos que se niegan a convertirse en hombres-masa, se tienen miedo, en fin, a sí mismos, y a sus propios demonios interiores.

El odio es un mal compañero de viaje para una vida feliz y equilibrada. Proyectarlo hacia fuera contra otros no resuelve nada. Enfrentarse a él, analizarlo y dejar que la luz de la razón y el "sentidiño" lo disuelvan, sí.

Como dice la sabiduría popular: "Vive y deja vivir".

Xoán Xulio Alfaya

xoanxulioalfaya@gmail.com