Cuando en ocasiones hablamos del Nuevo Orden Mundial (al que he bautizado con las siglas NOM, porque los bautizos del siglo XXI son con iniciales) algunos lectores preguntan qué es ese Nuevo Orden. Como expresión genérica, puede entenderse como la élite del poder que a lo largo de la historia siempre ha tratado de someter a la humanidad. La historia es la lucha entre el poder y la libertad. La única diferencia es que el NOM es el conjunto de poderosos que actúan en la primera sociedad global, por lo que pretenden el poder global como es lógico.

El poder, como es lógico, siempre se disfraza de filantropía. Así, en su escenario político, el NOM habla en orden del derecho internacional. En Economía, pretenden solventar las diferencias entre ricos pobres a través de un único camino : el capitalismo sin fronteras. Mejor dicho, sin fronteras para capitales y productos, pero sí para trabajadores: inmigración. En el escenario social, el NOM no es otra cosa que la obsesión antivida de los lobbys feministas y homosexual. Un monumento masónico de Georgia llama a una humanidad poblada por 500 millones de seres, de lo que se deduce que sobran 5.500 millones de personas. Aborto, contracepción, manipulación de embriones y esterilización son, pues, las armas del NOM. El NOM es elitista en política, capitalista en economía y nazi, en cuanto amante de la ingeniería de las multitudes, en lo que se ha dado en llamar la cuestión social (que en el siglo XX se refería a la economía y ahora alude a la demografía)

Pero todos esos escenarios pueden resumirse en la apuesta religiosa del NOM. El NOM trata de crear una nueva religión, una especie de sincretismo que se distinga por su relativismo (nada importa nada) y por la sustitución de los principios por el pluralismo y de la convicciones por el diálogo. No hablo de ideología: hablo de la carta de la Tierra, del parlamento de las Religiones, y de la persecución del proselitismo, es decir, de la evangelización. El NOM desprecia al Islam y recoge aquellos aspectos de los credos orientales que pueden servir a su causa. Pero su verdadero enemigo es la Iglesia. Y no olvidemos que cuentan con apoyos, más o menos conscientes, dentro de la propia Iglesia.

Pero para rellenar con nombres propios las anteriores casillas que dejo abiertas, cedo la palabra a quien considero el mejor especialista al menos por mí conocido- en el Nuevo Orden Mundial, el sacerdote argentino Juan Carlos Sanahuja, autor del libro El desarrollo sustentable, libro no editado en España pero que aconsejo como la mejor enciclopedia del Nuevo Orden Mundial y cuya compra y lectura recomiendo con todo descaro promocional. Puede hacerse, a través de Internet.

Pues bien, desde Noticias Globales, página asimismo dirigida por Sanahuja, se nos alerta de un nuevo hito sincretista, esta vez en Brasil: el Foro Espiritual Mundial (el NOM siempre tiene como nombre Foro y como apellido Mundial o Global). Atentos a nombres e ideas.

Eulogio López