La Conferencia de Rectores señaló que no se puede separar la investigación de la docencia

Cuando el extinto Ministerio de Ciencia y Tecnología trató de quedarse con las competencias de investigación, la Conferencia de Rectores advirtió que no se podía segregar la investigación de la docencia. O dicho de otra manera: las universidades son un todo. Este Gobierno ha entendido el mensaje y ha mandado a las universidades en su conjunto al nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación. Una ‘resurrección' en toda regla del Ministerio de Birulés y Piqué.

Así que su titular, Cristina Garmendia, será la responsable de las competencias sobre universidades. Un buen ‘sarao', porque hasta ahora Educación no ha sido capaz de resolver todos los problemas burocráticos y administrativos que implica la implantación del espacio común europeo. Lo que en el mundillo universitario se conoce como "Bolonia". Así que si una ministra que proviene del mundo universitario no ha sido capaz de resolver los problemas, en las universidades tiemblan sobre las posibilidades que tenga un nuevo Ministerio que apenas comienza a arrancar.

En todo caso, será uno de los temas con los que tenga que lidiar Cristina Garmendia, junto al I D y la verdadera revolución en el aparato productivo de España. Por lo demás, como ya hemos explicado, Garmendia ha sido elegida por su dedicación a la biogenética, que es lo que ZP entiende por innovación científica. La empresa de la ex-ministra, Genetrix, no trabaja con células madre embrionarias, sino con células madre adultas. No por razones de conciencia, sino porque la utilización de embriones humanos como cobayas no sólo es inmoral sino que, además, se ha mostrado un verdadero fiasco terapéutico. Por eso, Garmendia nada y guarda la ropa: para ser nombrada ministra ha tenido que defender la manipulación de embriones humanos; para obtener éxito en su profesión ha optado por las células adultas, que no comportan ningún problema de conciencia.