Sr. Director:
Según informa Zenit, 1.000 millones de personas han visto algo de la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa en Sidney, clausurada en una Misa con 400.000 asistentes.

El Papa tiene sobre sí el inmenso peso de la Iglesia universal fundada por Jesucristo y es justo que sea seguido por millones de fieles o simples curiosos, a los que llega la fuerza del Espíritu, del que Dios de algún modo se despoja para enriquecer nuestras almas y nuestras vidas.

El Espíritu Santo ha sido el invitado de honor del evento y ha recorrido los corazones que se han abierto a su silenciosa llamada.

Miles han sido tocados y muchos han tomado decisiones importantes de entrega más estrecha a Dios. Pero tampoco han faltado aquellos, que sin rectitud de intención, han asistido al acontecimiento como a un espectáculo de masas, o periodistas que sólo han destacado hechos infames de algunos de los hijos indignos de la Iglesia, sin atender ni aplicarse los discursos del Vicario de Cristo.

Cristina Téllez

ctellez88@gmail.com