Sr. Director:
El Papa, Benedicto XVI, ha ido a Portugal con un propósito firme que es el que guía su Pontificado: ofrecer al mundo que busca el sentido de la vida, la propuesta de la Iglesia.

 

Porque lo que está en juego es la vida del hombre y de todos los hombres. Ciertamente la Iglesia tiene una verdad que ofrecer, y no puede ni esconderla ni imponerla. Y lo único que pide es la libertad para un diálogo franco y sereno que, como el Papa ha subrayado, exige de todos los católicos un viaje al núcleo de las verdades cristianas.

Estamos en un tiempo de purificación. No sólo porque los pecados de los miembros de la Iglesia nos golpean duramente, sino porque estamos llamados a responder con celeridad al sentido último de la vida humana.

Y quien nos lo recuerda es un sabio teólogo de más de ochenta años que, con gran humildad, el pasado día 13 rindió sentido tributo a los pastorcillos de Fátima.

Jesús Martínez Madrid