Lejos de ocultar ningún abuso, ni de impedir su investigación, el Papa volvió a demostrar, una vez más, su preocupación y cercanía por las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
Los recibió en audiencia y tras escucharlos les expresó su vergüenza y dolor por lo que han sufrido estas víctimas y sus familiares.
Benedicto XVI les aseguró que la Iglesia está y seguirá haciendo todo lo que está en su poder por investigar las acusaciones, para llevar ante la justicia a los responsables de los abusos y para implementar las medidas efectivas establecidas con el fin de salvaguardar a la juventud en el futuro.
Pedro J. Piqueras Ibáñez