Con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones, cuyos orígenes se remontan al año 1926, Su Santidad el Papa ha dirigido un mensaje a los misioneros en todo el mundo -es decir, a todos los bautizados- en el que les (nos) insta a comprometerse con gestos de solidaridad en apoyo de todas las Iglesias jóvenes.
La petición de la Jornada fue acogida favorablemente y el año sucesivo (1927) fue celebrada la primera "Jornada Misionera Mundial para la propagación de la fe", estableciendo que esta se conmemore cada penúltimo domingo de octubre, tradicionalmente reconocido como mes misionero por excelencia.
En este día los fieles de todos los continentes están llamados a abrir sus corazones a las exigencias espirituales de las misiones y a comprometerse con gestos concretos de solidaridad en apoyo de todas las Iglesias jóvenes.
De esta manera con las ofrendas de la Jornada, se sostienen proyectos para consolidar la Iglesia mediante la ayuda a los catequistas, a los seminarios con la formación del clero local, y a la asistencia socio-sanitaria de la infancia.
Enric Barrull Casals