Sr. director:
He aquí que "el ser una buena servidora, una buena madre o una buena esposa" resulta que es "otorgar a la mujer un papel secundario" según la presidenta de la Ceapa, Maite Pina, en información publicada por El Mundo el 21-1-03 en su página 18. El puesto que esta señora desempeña, en mi modesta opinión, es un puesto de servicio a la sociedad en general y a la educación en particular, y no creo en absoluto que tenga por ello un caracter "secundario". Si no tiene este sentido de servicio en el cargo que ocupa creo que haría mejor en abandonarlo y dejar que alguien que sea un "buen servidor o servidora" lo desempeñe.
Como presidenta de una confederación de padres/madres de alumnos/as (seamos políticamente correctos) supongo que será madre de familia, seguro que es e intenta ser una buena madre. El ser madre o padre, y de nuevo desde mi humilde punto de vista, me parece primordial en la vida de cualquier persona, y en su caso es imprescindible para ser la presidenta de dicha institución. ¿Les parece un papel secundario?. En cuanto a lo de "buena esposa" y por desconocer la situación personal de Dña. Maite, les hablaré de la mía. No considero a mi esposo "secundario". En la vida familiar que ambos hemos elegido llevar tanto uno como otro somos "primordiales". Podría enunciar muchas cosas que si me parecen secundarias, pero que siempre intento llevar a cabo con espíritu de servicio a los demás, cosa que me parece "primordial".
María Gallego