El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, entiende que la presentación del nuevo partido Sortu ante el registro de su ministerio es una acción de la ilegalizada Batasuna. Rubalcaba entiende que se da un paso haciendo una consideración sobre la violencia y que esta novedad se debe a que la democracia ha sido firme y a la debilidad de ETA.
Sin embargo, Interior ha creído conveniente paralizar el registro: Es evidente que se trata de la ilegalizada Batasuna y, por tanto, hay continuidad, aseguró Rubalcaba. Por este motivo el ministerio remitirá esta información debidamente documentada a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado para que acudan al Tribunal Supremo: Quien te hizo ilegal debe decir si eres legal, explicó Rubalcaba. El ministro asegura que el trabajo está hecho, pero tiene 20 días de plazo. La Fiscalía y la Abogacía tienen otros 20 días, pero el Tribunal Supremo tiene sus propios plazos, señaló Rubalcaba sin mayor concreción. En todo caso, Interior no pedirá un trámite de urgencia y no garantiza que Sortu pueda presentarse en las municipales y autonómicas de este año.
En Hispanidad ya hemos explicado que durante las negociaciones entre el Gobierno y ETA (que Rubalcaba siempre niega) los terroristas pretendían estar en las elecciones de 2011, ya que los municipios son al fin y al cabo su principal baza. Por el contrario, el Gobierno ofrecía un proceso más largo que permitiera a los batasunos acudir a las Generales de 2012, en las que el propio PSOE pudiera presentarse como pacificador definitivo del País Vasco. En este aparente pulso, Sortu ha lanzado el órdago y Rubalcaba aprovecha para mostrar una imagen de dureza que se verá reforzada si los amigos de ETA se ven obligados a un segundo intento de legalización que nos llevaría al siguiente proceso electoral.
Mariano Tomás
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