A mí lo del Forum 2004 me maravilla. A medida que avanza el verano, se superan todas las expectativas. Cualquier horterada prevista en el programa, y se preveían muchas, se está viendo superadas por la realidad. Toda la cursilería masoncita asoma la patita en una Barcelona invadida por el calor. Algunos le llaman "el Forrum" pero el sarcasmo revela una peligrosa tendencia a considerarlo todo bajo el prisma del dinero. Y no, la codicia es uno de los grandes resortes que mueven el mundo, pero no el único. Por de pronto, el triángulo vital tiene otros dos vértices (el bolsillo y la entrepierna), y, además, el poder puede resultar algo mucho más atractivo que el dinero. Clive Lewis lo explica así: "Si Mammón fuera el único demonio, la cuestión sería diferente, pero ¿y si allí donde Mammón deja su trono vacante, Moloch se alza con el poder? Como dijo Aristóteles, los hombres, no hay duda, desean placer y seguridad, pero los hombres también desean el poder y la mera sensación de ‘estar en el ajo', de formar parte de la élite, de no ser marginados".
Ese ‘estar en el ajo' es lo que ha debido incentivar a los organizadores del parlamento de las religiones que se celebrará en el forum entre el 7 y el 13 de julio. Es decir, que se inaugura el día de San Fermín, supongo que para que no les pille el toro. Según los organizadores, el parlamento de las religiones pretende ser "un paso adelante en la proyección del movimiento interreligioso internacional". Veo mucho "inter", mucho eclecticismo, mucho sincretismo (a los masones les vuelve locos lo sincrético), muchas ganas de mezclar a curas con teósofos, y a comunismo con la fe bajai, a filósfos con telepredicadores y a la gimnasia con la magnesia. En el parlamento de las religiones se tratarán temas tan teológicos como la inmigración, la deuda externa, la escasez de agua potable, y, atención que esta es clave, el papel de las religiones en el medio ambiente. Eso sí, también habrá un hueco para la violencia religiosa.
Es decir, que el parlamento de las religiones del forum de las culturas recuerda el viejo chiste de columnista de periódico, al que se le pide un editorial sobre
En el parlamento participará la comunidad Sij, que en lugar de degollar a sus adversarios, ofrecerá comida gratuita a los participantes. Seguramente, su stand será muy visitado. Luego está el jardín Zen, que absorberá y repartirá energía con prodigalidad. Y qué me dicen del "espacio sagrado", un lugar permanente reservado para la plegaria y la meditación común, al lado del mar, envuelto en una alfombra de flores interreligiosas (lamento no tener ni la menor idea de qué son las flores interreligiosas).
Un parlamento tan democrático, no podía prescindir de un buzón con sugerencias para generar diálogos de forma espontánea. Eso sí, sólo estará abierto de
Por último, en el susodicho parlamento habrá una mesa reservada a la masonería. Como un producto "inter" más, la tal mesa ha sido promovida por masones cristianos, que es algo así como "pensamiento navarro", una contradicción in términis. Como estoy seguro de que serán ustedes incapaces de adivinar el tema que promueve la muy masónica mesa, se lo adelanto. La tolerancia.
Decidido, me voy a