En junio de 2003, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo registró una petición firmada por 1.300.000 ciudadanos europeos para incluir las raíces cristianas en el Preámbulo constitucional. La dictadura laicista de Francia y Bélgica impidió que tal mención pudiera llevarse a cabo. "Hemos perdido la batalla", reconoce Rocco Buttiglione. Pero no la guerra.

Así que hoy lunes 22 se presentará la petición en la Comisión del Parlamento Europeo. Y lo más probable es que se apruebe la posibilidad de que en la ratificación nacional se permita introducir la mención expresa a las raíces cristianas en el Preámbulo. No es imposible técnicamente. Y tampoco sería la primera vez. En la carta de derechos de Niza, la versión alemana contemplaba una mención a las raíces religiosas que no estaba en el resto de versiones lingüísticas. Alemania se tomó esa libertad en su texto nacional para no violentar su Constitución.

De esta forma, Italia, Malta y Eslovaquia ya han anunciado que harán uso de esa prerrogativa para introducir en el Preámbulo constitucional las raíces cristianas que fueron extirpadas por la "inquisición laicista".