Crece el consumo de bienes no duraderos en los hogares.
Este miércoles se han confirmado los datos ya adelantados por el Banco Central que hablaban de un crecimiento de la economía española del 0,2% en el último trimestre del año y que habría provocado que se cerrara el año con una caída del 0,1%.
Estas cifras contrastan con los resultados que hace unos días presentaron en Alemania -creció un 3,6%- o Francia -lo hizo en un 1,5%-, pero no son un mal dato comparado con el retroceso del 3,7% en el PIB que tuvo España en el 2009.
Una parte importante de estos porcentajes son el crecimiento del consumo en los hogares que se mejoró dos décimas su evolución (1,7% frente al 1,5%) y que desde el Gobierno se ve como una mejora de la confianza en la economía del país, pero el consumo ha mejorado considerablemente en bienes no duraderos y de servicios. Además, si se tiene en cuenta que la remuneración salarial continúa descendiendo, las perspectivas tampoco son muy halagüeñas. Eso sí, parece que al menos el consumo de las administraciones públicas se ha reducido hasta el 0,7% del PIB.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), también el crecimiento de la demanda externa ha favorecido la mejora de dos décimas de la economía española en el cuarto trimestre y en el conjunto del año, ya que las exportaciones han crecido un 10,5% en tasa interanual. Sin embargo, un dato negativo es que las importaciones también han crecido con avances del 5,3% hasta diciembre, lo que implica un mayor desfase en el déficit público.
En medio de estos datos, los del empleo, son uno de los que peor cara muestra, ya que se ha conocido que en 2010 se destruyeron 238.000 puestos de trabajo a tiempo completo.
Así pues, el Gobierno presenta unos datos que parecen mostrar la salida del túnel, pero los ciudadanos de a pie no acaban de verlo claro porque su bolsillo dice otras cosas que no salen en las cifras del INE.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com