Trabajo para ZP: tendrá que decirle al Gobierno francés que EDF debe marcharse y vender su 7% de Iberdrola. Florentino puede elegir: dinero, activos o quedarse como minoritario. La pregunta es: ¿tiene ZP peso suficiente como para echar de España a EDF? Como ya hemos informado, se impone la doble sede Bilbao-Barcelona, con Galán como presidente y Villaseca como consejero-delegado. El plan aún resultaría más consistente si entra en él Caja Madrid

Al final, para no perder todas las joyas de la abuela resulta que hay que acudir a las denostadas cajas de ahorros, tan anticuadas, tan impropias del siglo XXI... pero no absorbibles por las multinacionales extranjeras, ni públicas ni privadas. De hecho, la situación de marginación de nuestras grandes empresas -ver Endesa- frente a las europeas nació cuando el lobby francés consiguió que Bruselas introdujera en la normativa comunitaria un punto según el cual no se puede discriminar a ninguna empresa por el hecho de ser pública o privada. París lo tuvo siempre muy claro: que nuestras compañías estatales sigan siendo estatales por siempre jamás.

Y así llegamos a Iberdrola, después de muchos avatares se va imponiendo la idea de una fusión entre Iberdrola (IB) y Gas Natural (GN), algo de lo que se habló por vez primera en el verano de 2006. Lo cocinan los dos grandes accionistas de gas: el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y el máximo responsables de Repsol, Antonio Brufau, el primero con un 35% (y un 12% del propio Repsol) y el segundo con un 31% de GN. No es que la otra parte, Ignacio Galán, no participe. Es que se dan dos factores: lo más difícil es enmendar la genial metedura de pata del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que metió en escena la eléctrica estatal francesa EDF (propietaria del 7% de IB) y porque tanto Fainé como Brufau saben qué es lo que Galán aceptará y qué no.

El plan consiste en que accionistas españoles, principalmente cajas de ahorros y la propia Repsol, alcancen un 40% del capital (sin pacto de Sindicatura, recuerden que por encima del 30% hay que lanzar OPA) en un remedo del plan para Iberia de José María Aznar, sólo que en este caso sin extranjeros. Pero quede claro que en este caso el plan está aceptado, que no promovido, por el Gobierno. Sus autores son Brufau y Fainé.

Ahora mismo, Iberdrola vale 46.800 millones de euros, 2,75 veces la capitalización de Gas Natural, que ronda los 17.000 millones. En Iberdrola, ACS posee un 7,8% (12,8% con derivados), BBK un 7%, Bancaja un 6%, más un conjunto de cajas e inmobiliarios que componen un Consejo que ronda el 40%. Además, EDF posee el 7% del capital.

El objetivo de Brufau y Fainé consiste en que el núcleo duro español roce el 40%. Si hay que sindicar, se haría siempre por debajo del 30%. Y conste que La Caixa está dispuesta a adquirir. Además, siempre se pueden incorporar nuevos elementos, momento en el que todo el mundo piensa en Caja Madrid. Estamos hablando de movilizar 25.000 millones de euros para poder contar con un campeón nacional. Y eso no es moco de pavo, aquí no sobra nadie.

Problemas, dos: EDF y ACS. En el plan Fainé-Brufau, EDF tiene que quedarse fuera. Esa es tarea para el Gobierno, que deberá comunicárselo al primer accionista (85%) de EDF, un tal Nicolás Sarkozy. La pregunta es: ¿Tiene capacidad ZP para decirle que no a Sarkozy cuando antes le dijo que sí? Dado que nos tratan los franceses -ha terminado el culebrón Sacyr-Eiffage- se diría que El Elíseo debe conformarse con la situación, pero no está claro. ZP no pinta mucho en el des-concierto europeo, así que EDF podría lanzar su OPA.

Luego está Florentino Pérez. El plan de La Caixa y Repsol es claro: puede escoger entre quedarse como minoritario -no parece-, se le puede comprar su participación o se le puede dar activos para engrandecer Fenosa. Esta última salida podría ser la más interesante aunque cuidado, aquí el que puede oponerse es Ignacio Galán.