En cualquier caso, en la mañana del lunes 24, los nacionalistas vascos han acudido al quite: niegan que estén negociando una tregua con la banda terrorista ETA. Afirman que una tregua de ese tipo debería surgir de la propia sociedad.
Lo cierto es que la banda terrorista ETA está exigiendo la rendición incondicional del nacionalismo democrático. La alternativa es muy sencilla: si llegan a un acuerdo con el PSOE, al margen del Plan Ibarreche, los nacionalistas volverán a ser un "objetivo" de la organización separatista. En otras palabras, que sus pistoleros volverán a matar a nacionalistas.