El Congreso del PP de octubre será decisivo internamente para decidir quiénes serán los nuevos rostros del nuevo PP y también cuáles serán las líneas programáticas que definirán su ideario. De momento, las tensiones previas para que descafeíne su "democristianismo" son más que intensas.

 

Pero el Congreso también servirá para fijar una posición clara como oposición y erosionar al Gobierno. La ponencia que presentará José María Michavila, "Mantener la ambición del pleno empleo", se dirige directamente a la línea de flotación. Porque el gran -o único- éxito del Ejecutivo popular fue la creación de 4 millones de empleos netos y la aspiración al pleno empleo para 2010, siguiendo la Agenda de Lisboa.

 

El PSOE ha renunciado a ese objetivo. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, reconocía a Hispanidad.com que el concepto "pleno empleo" era confuso y ambiguo, pero que, en cualquier caso, el Gobierno no trabajaba sobre ese objetivo. Solbes insistió en el mismo argumento. "El pleno empleo es tan indeterminado como aquello de la Constitución de 1812 de que los españoles debemos de ser buenos". El PP toma nota y decide meter el dedo en el ojo.