El Banco de España continúa vendiendo oro
Desde que se abrogó el patrón oro, los bancos centrales son sus enemigos declarados. Antes de 1973, los institutos monetarios acaparaban todo el oro posible. Desde que llegó el tiempo de la fiducia, los monetaristas odian el oro y ensalzan el papel, los activos financieros de cualquier tipo: lógico.
Desde entones, se vive una pugna entre los partidarios de invertir en activos financieros y los que buscan lo que no se devalúa nunca -o al menos eso dicen-: el vil metal, la única propiedad con la que se sienten seguros. Y así, cuando la tensión internacional crece, el precio del oro sube. Para ser exactos, el precio de los metales preciosos sube cuando el mundo, la humanidad, no se siente segura.
La página Oro y Finanzas asegura, recogiendo información de Reuters, que el Banco de España continúa vendiendo oro a espuertas, se supone que para obtener fondos (¿para qué?) y para forzar el precio a la baja, pero los intermediarios del vil metal se ríen de ellos.