Mis cuatro años que he estado en la oposición, fueron de apoyo incondicional al gobierno. Yo di un cheque en blanco por mi país, por la lealtad, por la defensa del estado de derecho, por la vida y en ningún momento intenté ser tacticista. ¿Sería mucho pedir que el PP tuviera conmigo el mismo trato que yo tuve con ellos? Y ahora, que llevamos más de tres años sin víctimas mortales, que este es el gobierno que no ha tenido que responder a una acción criminal de ETA, el PP niega su apoyo. Esta es una política tacticista y de corto plazo, ha acusado el presidente del gobierno.
Ha añadido incluso que le explicó en su día a Aznar que nada me haría más feliz que ver el fin del terrorismo siendo tú presidente del gobierno y yo líder de la oposición, por tanto, en esta materia tienes mi apoyo. Sin embargo, en comparación, Rajoy dijo que yo estaba traicionando a los muertos. Si el PP pretende que se pare el proceso, ignorando el alto el fuego permanente de ETA, sólo puedo llegar a una conclusión: que se está mirando al corto plazo. Deseo que el PP recapacite, que tenga una actitud distinta, y por mi parte, aunque he hecho muchos esfuerzos, siempre estaré dispuesto a intentarlo, a dialogar cuando el señor Rajoy esté en intención de hablar, hablaré. Si cuando era líder de la oposición, que está difícil llegar a acuerdos, si lo hice sin preguntar a quién beneficiaba, parece evidente que estoy y he estado como presidente del gobierno más dispuesto a llegar a un acuerdo con el PP que nunca porque al gobierno y a España le conviene. Llevamos dos años y medio donde no ha sido posible, deseo intentarlo, creo en la buena fe del PP, y tengo confianza en Mariano Rajoy y creo que su estrategia es profundamente equivocada.