Su decisión llega en el peor momento, cuando la compañía catalana opta por Iberia
Iberia aún no se ha vendido pero le sobran candidatos a presidentes: Gonzalo Pascual, Alfonso Cortina… y José Miguel Abad. Bueno, éste algo menos, porque el presidente de Vueling, la compañía cuya principal sede operativa es el aeropuerto de Barcelona, y que ahora opta por Iberia. Mejor dicho, quien opta por Iberia, dentro del consorcio formado por el fondo de capital-riesgo Apax, es Planeta, accionista de referencia de Vueling.
Y es que Abad está harto, Se siente cansado, a pesar de su reciente éxito, al convertir a su pequeña compañía en el transportista del Real Madrid. Está harto porque su trabajo no brilla, en un sector que, para bien o para mal –es decir, para mal- tiende al oligopolio y a la concentración.
Eso sí, se ha cansado en el poder de los momentos.