Hace dos semanas, el presidente manchego José María Barreda se oponía al Almacén Temporal Centralizado (ATC) pretendido por Zapatero. La semana pasada, el castellano-manchego pedía una renovación y adelgazamiento del gabinete tras finalizar la presidencia europea. Ahora reclama más seriedad y valentía por parte del Ejecutivo Zapatero. ¿Qué es lo que está pasando? Fácil: Zapatero intentó moverle la silla hace año y medio. Pretendía que no fuera él el candidato para la presidencia de Castilla la Mancha. Y Barreda no olvida. Se las está devolviendo todas.
Hay quien habla de la revuelta felipista. En realidad esa no existe. Los felipistas han sido laminados. Sólo queda Alfonso Guerra que termina firmando el Estatut. Aunque lo califique de día aciago. Sin embargo, el PSOE sí que tiene un problema con Barreda. Y con Tomás Gómez. Y esta vez puede que Barreda pierda las elecciones. Pero también es posible que Aguirre sea desalojada del Gobierno regional por el efecto Rosa Díez. Así que las espadas están en alto. Y los barones defienden sus sillones.