Sr. Director:

El primer derecho de todo ser humano no es el de la herencia, justamente reconocido, también para el que se halla en fase prenatal, sino el del nacimiento. ¿Qué otro derecho podría ser anterior ?¿ Tendrá derecho, una madre, a matar a su propio hijo? Lo que ella tiene es la obligación de protegerlo. ¿ Y las abuelas? Deben apoyar a sus hijas embarazadas y no exponerlas a ser víctimas también ellas de esa barbarie (el síndrome post-aborto está tejido de terribles secuelas psicológicas y hasta físicas) ¿Tiene, un médico, derecho a cargarse al bebé nonato? Su función es servir a la vida; la tarea del abortista es equivocada.

Hasta los ateos sensatos saben que nadie debe disponer de la vida ajena, nacida o en camino. Los cegados por la ideología abortista, piden, para nonatos, el trato del carnicero a las reses. ¿Cuál es el problema de los abortorios? Que si cumplen la ley y consideran el "consentimiento informado", se les marcha la mayoría de las clientas.

No, no mostrarán, a la mujer embarazada, imágenes de abortos ni del crecimiento fetal, no sea que prefieran el abrazo de sus hijos y se les acabe el negocio. ¿Por qué se encogen de hombros las autoridades sanitarias ante prácticas inhumanas tan macabras? ¿Temen perder un voto y les preocupa su poltrona y no la vida ni la moral? Yo he visto imágenes de niños despiezados, de niños nonatos muertos tras ser torturados y de otros muriéndose en un cubo de restos bío-sanitarios. El grito silencioso de los inocentes cuyas gargantas no pueden herir el aire, llegan, como flecha afilada, al corazón de Dios pidiendo justicia.

Josefa Romo

pepirromo@yahoo.es