La clave de la información actual no es ya la saturación informativa, el exceso de noticias, imposibles de digerir en su totalidad por nadie, sino el rebote de una misma noticia a través de distintos medios. El rebote informativo tiene una ventaja y un gran problema. Poner toda la información al alcance de todo el mundo y rebota los errores, las informaciones falsas, una y otra vez. Ejemplo, a media mañana del miércoles, el Banco de España emitía su informe sorbe la situación económica. En el mejor estilo de la Casa, la institución reconocía que el crecimiento económico español se mantenía en niveles del 3,4-3,5%, incluso contradiciendo previsiones anteriores del emisor, que considera, como otros muchos servicios de estudios, que el modelo económico español es hiper-dependiente del sector construcción y de la demanda interna.
Pues bien, la celeridad que exige el periodismo hizo que cierta agencia informativa primer rebote- hablara de desaceleración económica y es cierto que el informe hablaba de una cierta desaceleración sólo que referida la zona euro. Precisamente, lo que llama la atención es el contraste entre el fuerte incremento del PIB español y una PIG eurolándico que continúa lánguido.
Es lógico que los periódicos se fíen de las agencias que tienen contratadas, especialmente cuando no poseen personal suficiente para acceder directamente al informe, siempre largo y abstruso (en el mejor estilo de la Casa, como creemos haber dicho antes) del supervisor, así que ambos han titulado hoy, en portada el uno, con una página a todo trapo el otro : La economía se desacelera ligeramente en el último trimestre, según el Banco de España. Segunda derivada.
Pero hay una tercera. Ese mismo fenómeno de saturación hace que proliferen todo tipo de resúmenes de prensa, que, por medios manuales o cibernéticos, llegan a muchos más puntos que los medios propiamente dichos. Llegan, muy especialmente, a aquellas personas con gran poder de decisión, que las que a su vez se convierten en altavoces en sus respectivos círculos de influencia. Pues bien, dicho resumen titulaba exactamente igual. Era un buen resumen, al menos, una buena síntesis, el de los dos periódicos que habían errado por fiarse de la agencia. Y así el error se reproduce como los folletos en manos de los burócratas: son errores con vida propia y muy, muy influyentes. Tan influyentes, que suelen ser los que provocan los famoso consensos sociales.
Pues bien, aunque no se lo crean, el Banco de España no dice que la economía española se está desacelerando, sino casi lo contrario : que se mantiene en punta de lanza. Lo que se desacelera tímidamente es Europa.