Para el PSOE, en concreto para Zapatero, que presos etarras firmen un acuerdo de resolución pacífica del "conflicto vasco", eso sí, "sin vencedores ni vencidos" es "un paso hacia la paz", como ha anunciado Zapatero en la mañana del lunes.
Por contra, el PNV ha reaccionado con dureza. A las declaraciones de Urkullu del domingo han seguido una movilización del nacionalismo para no quedarse orillado en el proceso, que pretenden capitanear PSOE y Bildu y sus aliados.
El propio candidato Rubalcaba ha tenido que salir al quite, especialmente por el cabreo de las víctimas, para asegurar que no se puede ni contemplar la petición de amnistía que conlleva el Manuscrito de Guernica.
Mariano Tomás
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