Ahora sí que se está abriendo la caja de Pandora. La rebelión judicial está empezando a coger forma y puede ser un peligro para la estabilidad de la sociedad.
Al ser preguntado José Blanco tras el Consejo de Ministros sobre las palabras del líder de CiU en las que pidió al Tribunal Superior de Justicia que tocara las narices con el catalán, el portavoz del Gobierno ha sorprendido con su defensa de la rabieta del dirigente de CiU, y usando una sentencia del Tribunal Constitucional de los años 80, que pese a no tener nada que ver con el asunto, había alabado la normalización lingüística.
Lo que está claro es que Blanco debería seguir el ejemplo de Esperanza Aguirre y repetir eso de que "quien tienen boca se equivoca", porque con su defensa de CiU, lo único que hace es abrir las puertas al campo a la insumisión judicial, de manera que a quien no le agrade lo que digan los jueces, tendrá ahora vía libre para hacer lo que le dé la gana.
Andrés Velázquez
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