El polémico cese de Pedro Mielgo como presidente de Red Eléctrica Española (REE) y su sustitución por el ex ministro socialista Luis Atienza ha dado mucho que hablar... y lo que te rondaré, morena.

 

En nuestra pasada edición ya comentábamos que Atienza, al igual que el ministro de Industria, José Montilla, es un partidario de las infraestructuras públicas. Ahora mismo, la sociedad pública SEPI es la propietaria del 29% de Red Eléctrica Española, mientras que cinco compañías eléctricas se reparten un 13%. Pues bien, la idea del tándem Montilla-Atienza consiste en expulsar a las eléctricas del accionariado de REE y sustituirlas por comunidades autónomas y cajas de ahorros. Recuérdese que REE controla el transporte de alta tensión. La media y la baja tensión son propiedad de las compañías privadas, que, en definitiva, poseen lo que podríamos llamar el bucle local eléctrico, es decir, el que llega al domicilio del usuario. Y precisamente éste es el segundo objetivo de Montilla: o bien expropiar ese bucle local o bien construir una red de media y baja tensión alternativa, que compita con la red de las compañías eléctricas.

 

Es evidente que las compañías privadas tienen motivo para preocuparse con el nombramiento de Atienza, pero la verdad es que estos planes ya estaban incoados en un papel de la Fundación Alternativas, uno de los centros de estudio del Partido Socialista.