La Ley sobre la muerte digna y los cuidados paliativos sigue avanzando poco a poco hacia su aprobación, aunque no se oiga de ello en los medios. En el Congreso de los Diputados se ha discutido sobre la futura ley gracias a una mención presentada por Unión del Pueblo Navarro (a partir de la página 36 del diario de sesiones del Congreso).
Esta ley, lo primero que genera, ya sólo con el nombre es confusión. Es verdad que son importantes los cuidados paliativos, así como ayudar a que las personas puedan morir dignamente. Lo que pasa es que últimamente se está queriendo equiparar muerte digna con eutanasia. Y así es donde ya genera problemas el nombre.
Es legítimo el temor que el diputado de UPN, Carlos Salvador, mostraba ante un nombre de ese cariz y al menos ha logrado el compromiso del PSOE -y también indirectamente del PP- para no regular la eutanasia en la tramitación de la próxima ley. Lo curioso es que la portavoz socialista afirmó que no se regulará ni la eutanasia ni el suicidio asistido, pero hasta donde se logra entender la eutanasia es lo mismo que el suicidio asistido, por lo que no se entiende esa distinción.
Lo que parece claro es que esta postura, como dijo la misma portavoz socialista es en esta ley, lo que deja la puerta abierta a que en una futura ley, se haga. Y con un año de legislatura por delante para el Gobierno de Zapatero, todo es posible, teniéndose él como estandarte de los derechos sociales.
Juan María Piñero
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