La estrategia del Gobierno para explicar el tijeretezo tiene dos partes. En primer lugar, tratar de minimizar el impacto. Pajín llega a afirmar que pensionistas y funcionarios están en una mejor situación. Granado señala que al fin y al cabo en 2009 se subieron las pensiones un 2% cuando la inflación fue de apenas el 0,3%. Ahora se trata de dar marcha atrás a la ganancia de ese poder adquisitivo. Además, Granado apela a que no hacer nada habría encarecido el coste de la financiación de familias y empresas con consecuencias muy negativas para el empleo y el bienestar.
El secretario de Estado de Seguridad Social trata de poner en valor el mantenimiento del catálogo de prestaciones sanitarias y de coberturas por desempleo. En otros países no se ha hecho.
La segunda parte de la estrategia es asegurar que ha sido una decisión europea y que todos los países están tomando la misma decisión. Existe un compromiso europeo por consolidar las cuentas públicas, señalaba este lunes Granado en el marco de un desayuno organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica.
La tercera estrategia es apelar al miedo existente en los mercados. Granado no compra la tesis de Blanco de la conspiración de los especuladores, sino que considera que ha habido un cúmulo de casualidades y auténtica aversión al riesgo. Explica que todo se precipita tras la extensión del rumor infundado de que España podría requerir una asistencia financiera de 280.000 millones de euros.
Una aversión que se muestra en la pandemia de la fiebre mexicana y en la nube volcánica. Ha habido desmesura en las respuestas por un miedo que no sigue la teoría de expectativas razonables ni de pronósticos razonables. Lo llamativo es contra ese pánico, el gobierno haya respondido con medidas de choque. Porque tras el primer pánico llegarán otros. Granado no lo descarta. Entonces, ¿qué? El Gobierno no tiene respuesta. ¿O sí la tiene? Granado lo niega, pero parece evidente que tocar las pensiones ha sido una imposición del mercado. Demasiado coste político para tan poca recaudación. Es un gran agregado de gasto, se escuda el secretario de Estado.
Por último, Granado aprovecha para atacar al PP asegurando que la única diferencia entre España y el resto de los países de la UE es que nosotros contamos con la desventaja de no contar con apoyos de mayoría absoluta; no contamos con la colaboración de la oposición. ¿Cuándo conoció la decisión? Se más de lo que parece y menos de lo que algunos me atribuyen. ¿División en el PSOE? Nadie lo impugna aunque los temas se discuten, somos un partido vivo.