Hoy ha informado ABC de que el Grupo Socialista ha abierto la primera ofensiva parlamentaria de la X Legislatura con una batería de 24 iniciativas entre las que se incluyen varias que el Gobierno de Zapatero no tuvo tiempo para aprobar la pasada legislatura, como ocurrió con la ley de Muerte Digna y con la ley de Igualdad de Trato y no Discriminación.
En Hispanidad ya contamos en su día que la ley de Trato de Igualdad -impulsada por la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales Leire Pajín- suponía el proyecto más liberticida de toda la era Zapatero. En concreto, en virtud de esa ley el PSOE quería, por ejemplo, implantar la 'delación obligatoria' en España, al obligar a comunicar "la información que contenga datos personales de terceros sin su consentimiento cuando resulte estrictamente necesario para el cumplimiento de las funciones del Consejo". Es decir, implantaba la figura del chivato.
Pero no sólo eso: se podrían multar y sancionar a empresas y despachos profesionales. El proyecto dejaba indefenso a los caseros y vulneraba el derecho a la propiedad privada. También se podría censurar a medios informativos e internet, cerrar colegios y romper la objeción de conciencia médica. Todo ello, bajo el método de terminar con la presunción de inocencia. Y se creaba un comisariado político de vigilancia contra la discriminación. Si Stalin levantara la cabeza, aplaudiría esta ley con ambas manos.
Como muy bien explicó desde el PP, Eugenio Nasarre, con esa ley el Gobierno pretendía "domesticar a la sociedad española y someterla a unos parámetros de comportamiento, decididos y vigilados por un Estado que se hace omnipresente en nuestras vidas, bajo el señuelo irresistible de la igualdad".
Pero, como decíamos, el PSOE ha registrado también la Proposición de ley de Derechos de la persona ante el proceso final de la vida, más conocida como ley de Muerte Digna, que podría suponer la legalización encubierta de prácticas eutanásicas, como explicaron los obispos españoles. Se supone que ahora el PP recuperará su propuesta sobre un Plan Nacional de Cuidados paliativos, que no incluye la eutanasia encubierta, como la socialista.
En definitiva: como en la economía lo han hecho fatal y no tienen nada que proponer, porque todo se les puede volver en contra dadas sus recientes políticas, los socialistas se van a otra de sus prácticas favoritas: restringir las libertades ciudadanas y atentar contra la dignidad humana, sustentada en el derecho a la vida.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com