La presión de González hace que Aguirre pudiera prescindir del director general que mejor le ha resultado
No pasó mucho en el Consejo de Administración de Telemadrid celebrado el pasado viernes. El PSOE, según el guión previsto, pidió la dimisión del director general, Manuel Soriano, petición rechazada, una vez más, por los consejeros de Esperanza Aguirre.
Pero la verdad es que lo único que pretendía el partido de Simancas es apuntarse un tanto si Aguirre decide, pasadas las elecciones municipales y autonómicas, cesar al número 1 de la emisora pública madrileña. Y es que, en verdad, el puesto de Soriano está en discusión.
Es el vicepresidente, Ignacio González, y su amigo y ex colaborador, Ángel Martín Vizcaíno (en RTVE con Aznar) quienes apuestan por Ildefonso de Miguel (Quiero TV) como sustituto de Soriano. En Hispanidad ya hemos hablado del papel de Álvaro Renedo, presidente de Telemadrid, como instrumento para propiciar este cambio, basado en el muy débil argumento de que Soriano, ha sido un director muy conflictivo (considerando el origen PSOE-IU de la plantilla de Telemadrid, es evidente que cualquier director nombrado por el PP iba a ser polémico y conflictivo). Lo que sí ha sido es un director que se ha atrevido a emitir reportajes e informaciones poco gratos al Partido Socialista, y que incluso ha recibido una crítica directa –algo muy poco habitual-, de Rodríguez Zapatero en un mitin.
No, el problema es que el vicepresidente Ignacio González continúa en campaña, y que cara la próxima legislatura pretende dejar claro quién es el número dos de la Comunidad: él o Regino García Badell, jefe de Gabinete de Esperanza Aguirre.