En España, la tasa de morosidad de bancos, cajas y cooperativas se encontraba en marzo de 2008 en el 1,11%. Un año después, esa misma tasa se ha multiplicado por 3,75 y alcanza ya el 4,17%, volviendo a los niveles registrados en 1996. Empresas y particulares deben a la banca 74.704 millones de euros.
Muchos han puesto el acento en que la morosidad se ralentiza entre febrero y marzo. No está mal como consuelo, pero parece claro que en algún momento tiene que cesar el deterioro de la cifra. Algo semejante ocurre con el paro, cuando algunos se alegran por la desaceleración a pesar de que el aumento continúa y cuando esa desaceleración se debe a que no hay mucha más gente que se pueda quedar en paro porque el país se habría venido abajo.