El debate de la mañana del miércoles en el Congreso ha servido para dejar en evidencia la incapacidad de este Gobierno para afrontar una crisis económica que ha afectado -medido en desempleo, que es como hay que medirlo- a España más que ningún otro país de la Unión Europea -y mira que son 27-.

El ridículo tancredismo de Pedro Solbes -el hombre que nunca dimite- y la feroz demagogia de Rodríguez Zapatero -el presidente del Gobierno más embustero de toda la democracia- ha conseguido el "milagro económico español" sólo que a la inversa: sin afrontar una política keynesiana de inversión pública, es decir, sin crear empleo, y sin afrontar una política libre del aumento del consumo a través de la rebaja de impuestos, es decir, sin crear empleo, hemos dilapidado el superávit público y nuestro fuerte PIB en un suspiro: en el segundo semestre del año dice la Comisión Europea, España entrará en recesión. O sea, que ya estamos en recesión.

Ante un fracaso tan colosal, algún presidente honrado optaría por la dimisión, pero ZP no. Nuestro hombre, quizás porque no sabe hacer otra cosa que política, está dispuesto a batir el récord de su odiado Felipe González, 13 años en La Moncloa, y no conjugará jamás el verbo dimitir. A fin de cuentas, él no va a sufrir la crisis en Presidencia del Gobierno. Y ahí, si Solbes es el político que nunca dimite, ZP es el político que nunca rectifica.

Eulogio López

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