¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato popular otorgado, mediante elecciones democráticas y legítimas, al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual periodo presidencial?

 

Esta es la ‘simplicísima' cuestión que deberán responder los venezolanos en referéndum y que más parece una tesis doctoral que una cuestión para decidir si Chávez debe abandonar o no el poder. La oposición, que aglutina a partidos de todo signo, a patronales y sindicatos, deberá obtener más votos que los partidarios del semidictador Chávez. Y, en cualquier caso, perderá si no consigue el apoyo de 3,7 millones de votantes, que fueron los sufragios obtenidos por Chávez en el año 2000 para un mandato de 6 años. Sea como fuere, ahora lo principal es conseguir que los electores entiendan la pregunta. Está claro que Chávez está dispuesto a quedarse en el poder hasta la jubilación. Mientras, todavía no se sabe si la compañía española Indra se encargará de la identificación y el cómputo de votos en el referéndum.

 

En cualquier caso, el referéndum de Chávez ha causado estupor en todo el mundo hispano. La pregunta enrevesada como una viruta no tranquiliza a nadie, tampoco a las empresas presentes en Venezuela.