En Francia, le recuerda CCOO, supera los 1.350 euros mensuales.
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, compareció en el Curso Anual de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que se celebraba en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander. Fue durante la mañana del lunes y andaba un poco enfadado. Demostró, con cifras en la boca, que el paro no proviene de la falta de flexibilidad laboral sino de la quiebra inmobiliaria que, naturalmente, no es culpa suya.
De lo que sí es culpable el Gobierno es de abordar un reforma financiera para salvar a bancos y cajas hundidos por haber ayudado a inmobiliarias hundidas. Lo que tenían que haber hecho el Gobierno era, precisamente, dejar quebrar a esas empresas inmobiliarias agilizando el concurso de acreedores. De este forma, los pisos se habrían vendido a más bajo precio -no han bajado- y los acreedores, no sólo los bancarios, se resarcirían antes. Ocurre que la izquierda progre, categoría donde se integra el Ejecutivo Zapatero, es más amiga de subsidios públicos que de salarios mínimos.
Pero Gómez se lanza al ruedo cuando Hispanidad le pregunta cuánto subirá el salario mínimo interprofesional para 2012. Entonces todo su progresismo se va de juerga. Asegura que, para 2012, y siempre que haya moderación salarial, el SMI subirá en España entre un 1,5 y un 2,5% en 2012. Considerando que no alcanza los 700 euros, estaríamos ante una subida de unos 15 eurillos, un pastón que disparará la venta de artículos de lujo.
Desde Comisiones Obreras le han recordado a Gómez que el salario mínimo en la vecina Francia supera los 1.350 euros, el doble que en España (641) y que el Gobierno se comprometió con los sindicatos a subir hasta los 800 euros para final de legislatura: y ya estamos a final de legislatura.
Eulogio López
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