Para entendernos, estructura salarial quiere decir que en México y Brasil la gente cobra menos que en España y se la puede despedir más fácilmente. Por eso, un trabajo para la red española del grupo bancario (por ejemplo, centros de atención al cliente o servicios informáticos) se pueden hacer desde México. Y cuando no los necesitemos, pues en lugar de buscarles más trabajo les enviamos al paro. Y que viva la globalización.
Siempre ha habido subcontratación, pero ahora hemos descubierto que si lo llamamos outsourcing hasta podemos programarlo.
La iniciativa del banco forma parte de la gran marea que trata de crear un tejido industrial con empresas sin obreros y multinacionales que son una pura marca, sin empleados, es decir, sin personas.