Tiene razón el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz (en la imagen) cuando acusa a Artur Mas y a Oriol Junqueras de retrotraer a Cataluña a la casi proclamación de independencia de Lluis Companys un 6 de octubre, en el mismo año de la Revolución de Octubre, preludio de la Guerra civil. En efecto, un personaje tan narcisista como Artur Mas sólo está pendiente de su papel histórico –que puede ser muy malo- y apunta al guerracivilismo creciente, no en Cataluña sino en el resto de España.
Esto es muy cierto. Ahora bien, hay otros hechos, además del problema catalán, que colaboran al guerracivilismo y sobre todo al saqueo de los valores orales de todos los españoles, por ejemplo, el aborto, que el PP deja como está.
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