En una entrevista en Buenos Días América en la cadena ABC la primera dama norteamericana, Michelle Obama, ha sorprendido a propios y extraños con su solución para el irresoluble problema de la financiación de la sanidad americana: comer sano. No es broma. Michelle incluso ha llegado a hablarnos de su famoso huerto hortofrutícola de la Casa Blanca.
Todo vale con tal de convertir a la primera dama en una estrella mediática. Además, la primera dama asegura que, cada año, el país gasta más de 120.000 millones de dólares en el tratamiento de enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad, y su solución para evitar este enorme gasto es andar media hora cada día.
Parece que la actual primera dama quiere seguir los pasos de su antecesora Hillary Clinton y convertirse en una gran estrella mediática logrando la solución para el problema de la sanidad estadounidense. Si recuerdan, el gran proyecto, fallido, de Hillary como senadora consistió en presentar una proposición para crear una sanidad pública norteamericana. Ocurre que el Capitolio no lo aprobó por la razón de siempre: cuesta mucho dinero y habría que subir los impuestos. Pero Michelle le ha superado: todo consiste en plantar un huerto en su casa, comer sano y andar mucho.
Gabriel López
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