Los políticos que se consideran progresistas en general, y el ministro de Justicia en particular, se oponen a la objeción de conciencia de los médicos para practicar abortos alegando que ello supondría incumplimiento de la ley.
¡Vaya argumento! ¿Porque, qué otra cosa es cualquier tipo de objeción de conciencia, sino anteponer las propias convicciones morales a lo que prescribe la legalidad vigente?
Por otro, lado esos mismos progresistas apoyaban la objeción de conciencia al servicio militar que también era obligatorio por ley. Por lo visto consideran que se podía objetar para no tener que hacer instrucción con un fusil, pero no para evitar matar lo que según su conciencia y conocimientos científicos, -no olvidemos que son médicos- lo que ellos consideran un ser humano.
Ya se ve que el sectarismo ideológico anula tanto la lógica como el sentido común.
Antonio García Ramoneda
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