El truco es siempre el mismo: se propone una cifra de despidos descabellada para rebajarla en las negociaciones hasta una cifra menos descabellada pero muy notable. Así ha ocurrido con Iveco, el fabricante de vehículos industriales propondrá a la Administración un ERE de entre 400 y 500 trabajadores y no los 1.024 de los que se habló en principio. Se contempla la posibilidad de una reincorporación posterior y se aplica un plan de prejubilaciones. La factoría cuenta con 2.900 empleados.
Recordemos que el conflicto laboral llevó a los trabajadores de Iveco a tirar tuercas contra la Asamblea de Madrid y la consiguiente querella de Elvira Rodríguez, su presidenta.