La industria fotovoltaica ofreció un recorte del 30% de las primas además de una moratoria de 6 meses. Pero es absolutamente insuficiente y el Gobierno tiene que meter la tijera. Así que la primera oferta fue de un recorte del 45% en las primas. Sin embargo, en la reunión celebrada este miércoles, la posición del Ministerio fue mucho más exigente: recorte del 65% y un número máximo de horas de 1.900.
Desde el sector se considera que la actitud de Industria es una puntilla que coloca a la industria en una situación límite. Es más, consideran que los que están detrás de esta decisión no son las dificultades presupuestarias, sino la gran empresa que observa a la fotovoltaica como una amenaza. Así que la burbuja fotovoltaica parece empezar a pincharse. Una burbuja de 4.000 millones de euros según los cálculos lanzados este miércoles por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
El problema no es para el dueño del huerto solar. O no sólo. Tras el estallido de las subprime y hasta la caída de Lehman Brothers, la industria financiera buscó alternativas de inversión. Muchos fondos fueron a parar a la industria fotovoltaica que ofrecía rentabilidad asegurada por el Gobierno y recorrido de futuro. Es más, desde el sector calculan que en 4 ó 5 años podrían haber llegado a ser rentables. Tras el frenazo del Gobierno todo está patas arriba. Y ahora le toca a Sebastián dar explicaciones a esos fondos que llegaron a España al calor de la prima. No lo tiene fácil.