Sr. Director:

El suicidio es un trágico problema mundial que produce más muertes que la suma de homicidios y guerras.

Su tasa más alta se da en los países de Europa del Este. Las causas son numerosas pero se basan en una profunda aflicción insuperable con las fuerzas propias que desestabiliza hasta el punto de preferir la muerte a la vida.

Es por eso necesario poner en tela de juicio las bases sobre las que se asienta hoy el hombre: el dinero, la estima ajena, el dominio de lo que le circunda. El hombre está hecho para volar más alto: la compañía de Dios no le falta y el saberse amado por Él sin límite le puede ayudar a sortear la depresión y las ganas de acabar con su vida.

La religiosidad nos vuelve capaces de vivir una vida superior que pone al abrigo de los golpes y nos hace fuertes para resistir, puesto que nuestra fortaleza viene de Dios y nos ampara contra el desorden en que nos sumerge nuestro entorno haciéndonos incapaces de superarlo.

Clara Jiménez

clarajim33@gmail.com