El Tesoro público español ha logrado colocar hoy su deuda a un interés menor que el de las últimas subastas, lo cual es para alegrarse. En concreto, ha adjudicado 3.443 millones de euros en letras a un año con un interés marginal del 4,08%, cuando en la anterior subasta, celebrada el pasado 15 de noviembre, se adjudicaron al 5,20%. Y lo mismo en las letras a un año y medio, de las que ha colocado 1.498 millones de euros con una rentabilidad del 4,25% cuando en noviembre el interés ascendió al 5,32%.
Los inversores han hecho caso omiso a la desacreditada agencia Moody's, que ayer reiteró su intención de revisar la calificación de riesgo de las deudas soberanas de los países de la zona euro ante la continua ausencia de medidas políticas decisivas tras la cumbre de Bruselas del pasado viernes.
Una cumbre de la que ha hablado esta mañana el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Él hubiese preferido un acuerdo a 27 sobre disciplina fiscal para atajar la crisis de la deuda soberana que vive la zona euro. Pero, según ha dicho, "no hubo otra alternativa que un tratado a 17 -los socios del euro- abierto a los demás". "Fue un momento de responsabilidad y solidaridad. El interés europeo estaba en juego y el interés europeo debe ser nuestra prioridad", ha dicho, en referencia a la negativa del Reino Unido a asumir el pacto por oponerse a medidas como la tasa a las transacciones financieras.
Y a todo esto, hablando de disciplina fiscal y de reducir el déficit -cuya obligatoriedad ya se fijó en la Constitución española tras el pacto entre PP y PSOE-, el Gobierno de Rajoy no termina de fiarse de los números que le va a dejar la Administración Zapatero. De hecho, recientemente, el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, no se atrevió a augurar si el déficit público se reducirá al 6%, tal y como se ha pactado con Bruselas.
José Ángel Gutiérrez
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