Se ha colocado la deuda a un interés del 3,601%.
Cada vez le cuesta más a España colocar su deuda. Rusia ha sido uno de los países que ha dejado de adquirir deuda española para evitar riesgos y de paso, ha colocado a Irlanda y a nuestro país en el mismo saco, es decir, las de naciones con peligro económico.
Ante estas perspectivas del mercado, el Tesoro Público ha tenido que ofrecer más para poder colocar su última emisión de deuda. A mayor debilidad y desconfianza, más difícil es colocar los bonos y por lo tanto mayor interés hay que ofrecer a los inversores para que los adquieran. De esta manera, el organismo ha colocado 3.386 millones de euros, a un interés del 3,60%, lo que supone un encarecimiento de seis décimas con respecto a la última subasta que se realizó el 2 de septiembre. Los bonos ofrecidos eran de deuda a cinco años.
Durante los próximos meses España realizará nuevas emisiones en bonos a 3, 10, 15 y 30 años, pero la tendencia actual no presagia unos buenos datos, por lo que seguramente el Tesoro deberá ofrecer mayores intereses para colocar la deuda.
Con todo esto, la deuda de España con respecto al PIB es el mes de septiembre de un 57%, muy cerca del límite que señala el Plan de Estabilidad. Durante el último año la deuda ha pasado de ser el 47% a ser un 10% superior, por lo que ya está cerca de los 600.000 millones.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dice no comprender la decisión de Rusia, porque la deuda española está muy bien valorada en los mercados. Lo que ha quedado claro es que la postura rusa está definida y que no debe ser tan apreciada nuestra deuda cuando cada mes que pasa es más difícil colocarla en los mercados y en un mes se ha encarecido un 20%.
Juan María Piñero
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