Un compendio de trabajos de dermatología y nutrición señala que esta sustancia, el licopeno de los tomates, es un protector natural de la dermis.
El primero de ellos, el último ensayo clínico del Departamento de Dermatología de la Universidad de Manchester, afirma que el licopeno, una sustancia presente en el tomate y en sus derivados, preserva la piel de los daños derivados de la radiación solar.
Por otro lado, también se ha analizado el papel clave que desempeñan los carotenoides como agentes protectores del envejecimiento de la piel. Un estudio desarrollado por el Departamento de Ciencias de los Alimentos de Tokushima, en Japón, afirma que la acción antioxidante de algunos comestibles depende en gran medida de su contenido en carotenoides.
La investigación explica que la radiación ultravioleta provoca que se acumulen radicales libres en la piel, los responsables de la oxidación de los lípidos y la formación de arrugas y flacidez. Una dieta rica en carotinoides prevendría el riesgo de foto envejecimiento de la piel porque neutralizaría la acción de la radiación solar.
Por todo ello se recomienda el consumo de frutas y zumos de frutas ricos en antioxidantes, licopeno y carotenoides.
El tomate y sus derivados están cargados de ellos. ¿Qué esperamos para hacer habitual en nuestras vidas su consumo?
Domingo Martínez Madrid