Su juicio sobre la legalización de Bildu, oscurece su nueva labor.
El temor a que el Tribunal Constitucional (TC) pudiera derogar la doctrina Parot -que obliga a cumplir 30 años de prisión a los presos más sanguinarios, la mayoría terroristas- parece que no va a ser del todo real. Del todo porque aunque el TC ha anunciado que no revisará en bloque la doctrina, sí que va a revisar cada uno de los recursos presentados por los etarras y otros delincuentes que siguen en prisión bajo esa doctrina.
De nuevo los nubarrones se ciernen sobre el TC después de que se permitiera que la coalición Bildu se presentara a las elecciones del 22-M con los votos favorables de todos los magistrados que han sido nombrados por el PSOE.
El representante de Bildu, Oskar Matute, ya se ha manifestado favorable a que se revise la doctrina, aunque seguramente eso no significará nada, ni siquiera un posicionamiento favorable hacia los terroristas. Mientras tanto, las víctimas tendrán que sufrir dentro de poco que asesinos puedan salir a la calle sin apenas cumplir los años de condena que les corresponden. Mientras tanto, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha pedido que se deje trabajar al Tribunal Constitucional -curiosamente eso mismo ha sucedido con la Junta de Andalucía y cómo ha dejado trabajar a la juez que investiga los ERE's falsos de la comunidad andaluza.
Andrés Velázquez
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