- Admite el recurso de Otegi por el 'caso Bateragune', por el que el Supremo le impuso seis años de prisión.
- La pregunta es: ¿para qué sirve entonces el Tribunal Supremo
Según explican las agencias, la Audiencia Nacional condenó a Otegi y Díez Usabiaga a diez años de prisión por el caso Bateragune, la reconstrucción de la estructura de la ilegalizada Batasuna "siguiendo instrucciones de ETA". Las condenas fueron rebajadas en mayo de 2012 por el Tribunal Supremo, que consideró a Otegi como un mero "integrante" en vez de "dirigente" de la organización terrorista ETA. Este mismo criterio fue utilizado para reducir de ocho a seis años las penas para el resto de condenados. Pero, en definitiva, fueron condenados por el Supremo.
Lo peor es que es la segunda vez que el Constitucional enmienda la plana al Tribunal Supremo en asuntos de terrorismo, tras el mencionado de Sortu y Bildu, partidos a los que el Supremo declaró vinculados a ETA.
El Constitucional se vuelve a presentar así como una última cámara de apelación y se desvirtúa de su origen que no era más que juzgar la constitucionalidad o no de las leyes.
Urge una reforma constitucional que incluya al Tribunal Constitucional, porque si no, ¿para qué está el Supremo
Andres Velázquez
andres@hispanidad.com