Indagadores del Grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre han llevado a cabo una investigación en la que se demuestra que las células madre mesenquimales de la placenta se tornan en hepatocitos -células de hígado-, con la posibilidad de restaurar este órgano, con eficacia, si está lastimado.
Este trabajo científico, que se ha divulgado a través de la revista Cytotherapy de la Sociedad Internacional de Terapia Celular, aclara que las células madre mesenquimales de la placenta -tejido del que derivan gran parte de los órganos- cultivadas "in vitro" en un medio que contiene proteínas presentes de forma natural en el hígado, pueden mudarse en hepatocitos y formar una estructura hepatosfera parecido a un pequeño hígado de apenas medio centímetro de grosor.
Esta hepatosfera muestra actividad propia del órgano, ya que produce albúmina, una proteína que permite la distribución correcta de los líquidos corporales en el cuerpo humano. Se trata de la primera investigación que pone de manifiesto la formación de estructuras biológicas capaces de desarrollar una función hepática a partir de células madre de la placenta adulta.
Otra parte de la investigación subraya que si las células madre mesenquimales de la placenta se cultivan con elementos presentes en un hígado dañado; también se cambian en hepatocitos y pueden ser rentables en un futuro para su uso en lesiones hepáticas.
El Grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre ha demostrado en otra investigación, difundida en la revista científica Cancer Gene Therapy, que el uso de células madre mesenquimales de la placenta en cáncer de mama ralentiza el desarrollo del tumor y difiere la aparición de nuevos tumores secundarios.
Los resultados de la indagación ponen de manifiesto que, en ensayos en laboratorio, las células madre de la placenta migran hacia el tejido de mama humano sano, pero que esta migración es mayor si el tejido está afectado por un cáncer de mama, lo que enfatiza su capacidad para ser empleadas como transportadoras de medicamentos anti-cancerígenos (Fuente: Aceprensa).
La Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal, afirma: "Ningún católico puede admitir, en ningún caso, prácticas como el aborto, la eutanasia o la producción, congelación y manipulación de embriones humanos". Por otra parte, el Diccionario de Bioética asevera que "es gravemente ilícito el uso, con finalidad terapéutica, de las células madre embrionarias".
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