Sr. Director:
 
En referencia a la carta publicada el jueves por don Guillermo Santos, no puedo más que alegrarme por el llamamiento que lanza a los españoles para que realmente averigüemos lo que estamos votando.
 
Ese llamamiento al voto en conciencia es una pelea por las que muchos llevamos muchísimo tiempo luchando. Pero al ver las razones que muchos utilizan como fundamento, casi siempre acabo viendo una contraposición entre los programas del PSOE y el PP. Y eso en el fondo, es querer ponerse un venda y no querer ver que ambos son la misma bestia con distinta correa. Uno porque lo que propone lo defiende públicamente y, por tanto, no hay lugar para el engaño, y el otro porque utiliza el engaño para hacer uso y abuso del voto católico, que busca en ellos una barrera frente a las propuestas de socialistas y comunistas. 

De tal manera, que para cada convocatoria, los del PP van avanzando pasito a pasito en las propuestas maximalistas que hacen PSOE e IU. En realidad, esta propuesta de actuación no deja de ser más perversa, en tanto y cuanto, nos lo presentan como "avances sociales" inevitables, con lo cual nos demuestran o bien los complejos con los que llevan 25 actuando en política, o bien complejos que les hace dejar de lado, a muchos de ellos, su propias convicciones, o la carencia absoluta de valor alguno.

Por eso, ya creo que va siendo hora de buscar alguna otra alternativa fuera de estas máquinas de poder, que son los partidos actuales, y que puedan demostrarles que existe una masa silenciosa que para nada está con sus propuestas ni sus actuaciones. Que creemos que ser cristianos implica serlo tanto de puertas hacia dentro como hacia fuera y que no nos avergonzamos de clamar a los cuatro vientos lo que somos y lo que queremos. Que estamos con S.S. Juan Pablo II cuando exhorta a España a no olvidar sus raíces, a ser ella misma, a ser tierra de María. Y voy más allá. Empecemos a meditar si esta miseria, ya no es sólo cuestión particular de todos estos partidos (ya no sólo PP o PSOE, sino también IU, PNV, CIU, etc., cuya única ansia es poder acaparar su trozo de pastel caiga quien caiga), sino de todo lo que les sustenta y les permite ser como son, de todo el sistema que les da amparo legal, siempre según la mayoría imperante en ese momento. No dejemos de buscar la verdad.

Félix Zorrilla

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