En estos comicios se renueva el Congreso en su totalidad, un tercio del Senado y 37 puestos de gobernador
Se espera que el Tea Party dirigido por Sarah Palin tenga un gran peso en esta cita electoral
Este martes 2 de noviembre tendrán lugar las elecciones legislativas de Estados Unidos o elecciones de medio término midterm elections- en la que se renovará toda la Cámara de Representantes, un tercio de la Cámara Baja y 37 cargos de gobierno estatal.
Estos comicios como suele ser habitual- supondrán un referéndum acerca de la actuación del inquilino de la Casa Blanca tras dos años en el cargo. Generalmente estas elecciones suelen poco propicias para el recién estrenado presidente ya que se suele ejercer sobre él y su partido el llamado voto de castigo inducido por el desencanto que suele surgir entre los electores hacia la figura presidencial en gran medida por la falta de cumplimiento de las promesas electorales. Y el caso del actual líder demócrata no es distinto ya que es probablemente el jefe de gobierno que más desilusión ha generado en las últimas décadas dado que su proyecto de cambio recuerden el famoso lema Yes,we can- se ha quedado en meras palabras y pocos son ya los que confían en dicho cambio incluido el propio Obama.
Todos estos motivos han hecho que a falta de tan sólo 2 días para los decisivos comicios, los republicanos gocen de una ventaja cómoda sobre sus adversarios demócratas. Esta ventaja es especialmente superior en las elecciones a la Cámara de Representantes donde absolutamente todos los sondeos dan vencedor al partido de Lincoln y en lo que único que difieren es en la mayoría que obtendrán que según las encuestas de la cadena CNN y de la cadena FOX será muy acusada, 10 y 13 puntos de ventaja respectivamente, mientras que según las encuestas del portal de noticias Bloomberg y la cadena de televisión ABC en colaboración con el diario Washington Post será más moderada, de entre 3 y 4 puntos de ventaja respectivamente.
En cuanto a las elecciones a la Cámara Baja, la batalla se presenta mucho más reñida ya que existen muchos escaños que no se presentan a elección en esta convocatoria, esto es especialmente elevado el bando demócrata donde el número asciende a 40. Por esta razón, las elecciones al Senado van ser muy igualadas e incluso sería posible que en las elecciones del martes tanto demócratas como republicanos obtuvieran 50 escaños con lo que se produciría una situación de equilibrio total en la cámara.
Respecto a la elección de gobernadores, cabe decir que en esta convocatoria se eligen 37 de los 50 que hay en el país y también en estos cargos los republicanos tiene muchas opciones de recuperar el gobierno de muchos Estados incluso en algunos de clara tradición demócrata como es el caso de Massachusetts, Illinois u Oregon.
Dejando aparte los sondeos y las previsiones electorales, lo que sí que está claro es que uno de los grandes determinantes de estos comicios va a ser la plataforma conservadora del Tea Party liderada por la candidata republicana a la vicepresidencia de los Estados Unidos en las últimas elecciones presidenciales y ex-gobernadora de Alaska, Sarah Palin que ha conseguido crear un movimiento de acción política desde las bases del Partido Republicano que aspirar a reformarlo y a sustituir al establishment del mismo. De este movimiento han surgido una serie de líderes que a pesar de contar con escasa experiencia política han conseguido conectar con los electores, como es el caso del candidato republicano al Senado por Florida, Marco Rubio, hijo de exiliados cubanos, que se está convirtiendo en un auténtico símbolo para muchos americanos y del que ya se augura una futura carrera presidencial o el de la candidata republicana al Senado por Nevada, Sharron Angle que aspira a quitarle el puesto al demócrata Harry Reid que es líder demócrata en la Cámara Baja y uno de los políticos más poderosos e influyentes en los Estados Unidos.
Sin duda, el más preocupado por el resultado de estas elecciones legislativas es el actual inquilino del Despacho Oval, ya que una victoria republicana supondría el fin de su agenda política hasta por lo menos las elecciones presidenciales del año 2012 y también se podrían ver en peligro algunos de sus proyectos estrella como es el caso de la reforma sanitaria o la reforma financiera.
Gabriel López
gabriel@hispanidad.com