Sr. Director:
Al ver lo que prometen algunos políticos en esta campaña electoral anticipada, he llegado a pensar que valdría la pena que hubiera elecciones cada año.
Unos ofrecen 2.500 euros por hijo, y otros llegan a los 3.000; unos aseguran la asistencia dental gratis; otros subvenciones para viviendas; incluso nos han llegado a prometer socorros para las hipotecas y las mejores infraestructuras del país. Pero, pensándolo en serio, he quedado perplejo ante tales propuestas. Es evidente que todo lo que nos ofrecen no lo pagarán los políticos ni los partidos. Por lo tanto, o se sufraga con las reservas de la seguridad social-con lo cual estaremos poniendo en peligro el futuro de nuestras pensiones- o tendremos que pagarlo nosotros con los impuestos, en cuyo caso parece injusto que tales medidas, favorecen igual a ricos que a pobres. ¿Es posible, por otro lado que algunas de ellas se implantan en unas comunidades autónomas y en otras no? Algún ministro ha dicho que son posibles porque gozamos de superávit económico; pero ¿qué pasará si algunos ciudadanos adoptan decisiones como el tener más hijos o suscribir una hipoteca confiando en estas prestaciones, y en los años venideros hay déficit presupuestario? Más que electoralismo, esto es pura demagogia.Juan Ángel Flores Sandoval
jafsandoval@hotmail.com