La diputada Fátima Pelaes, apoyó la aprobación del Estatuto brasileño del No Nacido, durante una sesión en dicha Cámara, aportando su propio testimonio con el fin de animar a otras madres en situaciones similares: "¡Nací tras un estupro, no puedo estar a favor del aborto!", exclamó.
Su madre, violada en una prisión mixta, apostó por dar a luz a su hija, la cual hoy lucha para blindar la vida de los niños concebidos que corren el riesgo de ser abortados. El Estatuto del Nasciturus viene a reconocer la grandeza de cada vida, portadora de grandes y pequeños éxitos en una familia enormemente rica de hijos diversísimos, con un Padre común.
Cada madre debe de estar dispuesta a defender la vida de la que, siendo portadora, no es dueña pues pertenece al patrimonio común de la Humanidad, de la que fluye y retorna para enriquecerla con sus peculiares talentos.
Eva N Ferraz